El Cubismo








La escultura Cubista

     El cubismo escultórico tiene la misma estética que el pictórico, y los mismos objetivos, pero trabaja en tres dimensiones. Sus esculturas se caracterizan por la intersección de planos y volúmenes, y la descomposición de las formas. El cubismo descubre el hueco como elemento escultórico, tanto la masa como el hueco sirven para la expresión plástica. Debido a la ausencia de color en la pintura la escultura se revela como una manifestación artística especialmente valiosa. Se dedican a la escultura muchos de los pintores cubistas, Picasso: Cabeza, Mujer, Cabeza de toro, y George Braque: Mujer de pie.
     Entre los escultores cubistas destacan Alexandre Archipenko, (1887-1964) el gran escultor cubista: Torso negro, Cabeza, Estatuas de hierro del parque de la Universidad de Kansas City, Ossip Zadkine: Cabeza de mujer, Constantino Brancuçi  La columna sin fin, Jacques Lipchitz: Marinero con guitarra, Henri Laurens Mujer ante el espejo, Raymond Duchamp-Villon Torso de hombre joven, Julio González: Mujer peinando sus cabellos, y Pablo Gargallo: El profeta, Bailarina, Estatua de Arlequín, el escultor cubista más destacado.